martes, 8 de septiembre de 2020

El futuro de las religiones

 Shoghi Effendi escribió en “El Orden Mundial de Bahá’u’lláh”, pág. 101:

“Al mismo tiempo que adquiere forma y se desenvuelve el embrionario Orden Mundial de Bahá’u’lláh, esas instituciones que se han desviado tanto del espíritu y las enseñanzas de Jesucristo deben necesariamente pasar a último plano y dar cabida al progreso de las instituciones divinamente ordenadas que se encuentran inseparablemente entretejidas con Sus enseñanzas. El Espíritu intrínseco de Dios que, en la Edad Apostólica de la Iglesia, animó a sus miembros, la prístina pureza de sus enseñanzas, la brillantez primordial de su luz, todo ello indudablemente renacerá y revivirá como consecuencia inevitable de esta redefinición de sus verdades fundamentales y la clarificación de su propósito original.

Pues la Fe de Bahá’u’lláh —si la valoramos debidamente— nunca podrá estar en desacuerdo en ningún aspecto de sus enseñanzas con el propósito que anima a la Fe de Jesucristo ni con la autoridad en ella investida, ni mucho menos oponerse a ella.”

 

Imagen de: https://religiouswisdom.tumblr.com/

El futuro de las religiones – traducción personal de parte de una entrada del blog de Sen McGlinn:

En “El secreto de la civilización divina”, Abdu’l-Bahá propone no solo formas de revivir la fortuna de Irán y traer la paz, sino también formas de revivir la fe de Dios allí (el Islam Chií), y argumenta que las religiones (en plural) son la base del progreso humano. Tanto en ese libro como en “La narrativa de un viajero”, aboga por la tolerancia religiosa, para que los creyentes de todas las religiones puedan convivir en paz.

Creo que Bahá'u'lláh, Abdu’l-Bahá y Shoghi Effendi esperan un renacimiento del Cristianismo, del Islam y de otras religiones, debido a que redescubrirán lo universal en sus propias enseñanzas y aprenderán a trabajar juntas. No he leído ningún escrito bahá’í que sugiera o espere la extinción de otras religiones.

Lo que el mundo necesita no es simplemente una nueva religión, que solo la Fe Bahá’í pueda proporcionar. Creo que es necesario un nuevo tipo de orden en la religión, y creo la religión Bahá’í, que es la más reciente, ayudará a las religiones más antiguas a crearlo de forma conjunta. Lo que se necesita es un nuevo tipo de orden en la religión que fomente la unidad mundial, en lugar de crear muchas identidades religiosas separadas que compiten o luchan entre sí.

Creo que es importante reconocer que dejamos atrás la infancia, pero nos llevamos cosas de la infancia con nosotros. Gran parte del pasado llega con nosotros a la posmodernidad, pero esa parte transformada o colocada en un contexto más amplio. Identidades nacionales y culturales, por ejemplo. Y el Cristianismo “renacerá y revivirá” como en la cita anterior de Shoghi Effendi.

Esto abre una visión de “revelación progresiva” que no es sustituidora. Han existido, existen, y existirán revelaciones a lo largo de la historia, con sus comunidades religiosas, y sus efectos positivos continuarán durante algunos miles de años (aunque no indefinidamente). La humanidad pasa por cambios climáticos, como el fin de la edad clásica, y la transición actual a la posmodernidad, y luego *todas* las comunidades religiosas tienen que reinventarse en un mundo nuevo, que es doloroso y difícil. La religión que nace en el momento de tal cambio también tiene que transformarse, pero tiene una tarea más fácil, menos equipaje, por lo que su ejemplo de transformación puede mostrar el camino.

Esta lectura preserva el rol especial de la nueva revelación en la configuración de la nueva era, pero no trata ni considera a todas las revelaciones anteriores y la sabiduría de sus tradiciones como meramente reemplazadas.

En los escritos bahá’ís, especialmente en los de Shoghi Effendi, el Orden Mundial de Bahá’u’lláh es mucho más que un concepto tradicional religioso, y no es creado solo por la religión. En el Orden Mundial postmoderno (como lo será, con justicia global, pluralismo, protección de los derechos humanos, estado de derecho (aplicación de la ley), etc.), no hay lugar para el antiguo orden de religiones que reclaman la verdad o la validez exclusiva para un pueblo. Dada la forma del Orden Mundial, el orden de la religión requerido debe ser tolerante, no puede dar prioridad a una religión sobre las demás, debe trabajar en conjunto por objetivos comunes (por el bienestar de la humanidad), etc. Para la mayoría de las religiones, esto implicará un replanteamiento enorme, pero para los bahá’ís, esto está en sus escritos sagrados. Por lo tanto, en cierto sentido, la Fe Bahá’í es la más “adecuada”: tiene una ventaja relativa en el campo de las ideas, pero está en una gran desventaja en lo que respecta al número de creyentes y al desarrollo de su cultura.

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