


Pensando en voz alta sobre todos los temas. Tratando de que cada publicación sea valiosa para alguien más.
Hace algo más de un mes creé mi blog en Chess.com, en el cual he escrito y, Dios mediante, seguiré escribiendo entradas sobre ajedrez, asimismo he creado una lista de reproducción en mi canal de Youtube donde habrán videos que tratarán exclusivamente sobre el tema.
Todo sea para que haya mayor orden.
Shoghi Effendi escribió en “El Orden Mundial de Bahá’u’lláh”, pág. 101:
“Al mismo tiempo que adquiere forma y se desenvuelve el
embrionario Orden Mundial de Bahá’u’lláh, esas instituciones que se han
desviado tanto del espíritu y las enseñanzas de Jesucristo deben necesariamente
pasar a último plano y dar cabida al progreso de las instituciones divinamente
ordenadas que se encuentran inseparablemente entretejidas con Sus enseñanzas.
El Espíritu intrínseco de Dios que, en la Edad Apostólica de la Iglesia, animó
a sus miembros, la prístina pureza de sus enseñanzas, la brillantez primordial
de su luz, todo ello indudablemente renacerá y revivirá como consecuencia
inevitable de esta redefinición de sus verdades fundamentales y la
clarificación de su propósito original.
Pues la Fe de Bahá’u’lláh —si la valoramos debidamente—
nunca podrá estar en desacuerdo en ningún aspecto de sus enseñanzas con el
propósito que anima a la Fe de Jesucristo ni con la autoridad en ella
investida, ni mucho menos oponerse a ella.”
El futuro de las religiones – traducción personal de parte
de una entrada del blog de Sen McGlinn:
En “El secreto de la civilización divina”, Abdu’l-Bahá
propone no solo formas de revivir la fortuna de Irán y traer la paz, sino
también formas de revivir la fe de Dios allí (el Islam Chií), y argumenta que
las religiones (en plural) son la base del progreso humano. Tanto en ese libro
como en “La narrativa de un viajero”, aboga por la tolerancia religiosa, para
que los creyentes de todas las religiones puedan convivir en paz.
Creo que Bahá'u'lláh, Abdu’l-Bahá y Shoghi Effendi esperan
un renacimiento del Cristianismo, del Islam y de otras religiones, debido a que
redescubrirán lo universal en sus propias enseñanzas y aprenderán a trabajar
juntas. No he leído ningún escrito bahá’í que sugiera o espere la extinción de
otras religiones.
Lo que el mundo necesita no es simplemente una nueva
religión, que solo la Fe Bahá’í pueda proporcionar. Creo que es necesario un
nuevo tipo de orden en la religión, y creo la religión Bahá’í, que es la más
reciente, ayudará a las religiones más antiguas a crearlo de forma conjunta. Lo
que se necesita es un nuevo tipo de orden en la religión que fomente la unidad mundial,
en lugar de crear muchas identidades religiosas separadas que compiten o luchan
entre sí.
Creo que es importante reconocer que dejamos atrás la
infancia, pero nos llevamos cosas de la infancia con nosotros. Gran parte del
pasado llega con nosotros a la posmodernidad, pero esa parte transformada o
colocada en un contexto más amplio. Identidades nacionales y culturales, por
ejemplo. Y el Cristianismo “renacerá y revivirá” como en la cita anterior de
Shoghi Effendi.
Esto abre una visión de “revelación progresiva” que no es sustituidora.
Han existido, existen, y existirán revelaciones a lo largo de la historia, con
sus comunidades religiosas, y sus efectos positivos continuarán durante algunos
miles de años (aunque no indefinidamente). La humanidad pasa por cambios
climáticos, como el fin de la edad clásica, y la transición actual a la
posmodernidad, y luego *todas* las comunidades religiosas tienen que
reinventarse en un mundo nuevo, que es doloroso y difícil. La religión que nace
en el momento de tal cambio también tiene que transformarse, pero tiene una
tarea más fácil, menos equipaje, por lo que su ejemplo de transformación puede
mostrar el camino.
Esta lectura preserva el rol especial de la nueva
revelación en la configuración de la nueva era, pero no trata ni considera a todas
las revelaciones anteriores y la sabiduría de sus tradiciones como meramente
reemplazadas.
En los escritos bahá’ís, especialmente en los de Shoghi
Effendi, el Orden Mundial de Bahá’u’lláh es mucho más que un concepto
tradicional religioso, y no es creado solo por la religión. En el Orden Mundial
postmoderno (como lo será, con justicia global, pluralismo, protección de los
derechos humanos, estado de derecho (aplicación de la ley), etc.), no hay lugar
para el antiguo orden de religiones que reclaman la verdad o la validez
exclusiva para un pueblo. Dada la forma del Orden Mundial, el orden de la
religión requerido debe ser tolerante, no puede dar prioridad a una religión
sobre las demás, debe trabajar en conjunto por objetivos comunes (por el
bienestar de la humanidad), etc. Para la mayoría de las religiones, esto
implicará un replanteamiento enorme, pero para los bahá’ís, esto está en sus
escritos sagrados. Por lo tanto, en cierto sentido, la Fe Bahá’í es la más “adecuada”:
tiene una ventaja relativa en el campo de las ideas, pero está en una gran
desventaja en lo que respecta al número de creyentes y al desarrollo de su cultura.